Lo de escultecturas viene a que en esas obras se mezcla lo arquitectónico con lo escultórico y, son margivagantes, porque a decir de los autores están a caballo entre lo marginal y lo extravagante. Una delicia, todo un desafío al imperio del urbanismo rectilíneo y cuadriculado.
Las escultecturas margivagantes no necesitan arquitectos ni ingenieros para levantarse.
Ejemplos pueden ponerse muchos, como la conocidísima catedral que Justo Gallego levanta desde hace más de cuatro décadas en Mejorada del Campo y que ya visitó Tecob hace tiempo. Entre los múltiples ejemplos de casas realizadas con materiales reciclados, o utilizando conchas marinas, “locuras” con forma de barco y extrañas esculturas de tamaños inverosímiles, aparecen personajes de lo más curioso, como Man, el hippie de Camelle, en
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